Sixto Marco, un artista nacido en la ciudad de Elche, se caracteriza por su complejidad tanto en su obra como en su personalidad. Sus cuadros reflejan una carga simbólica evidente, que se conecta de manera estrecha con su vida y sus experiencias. Desde su infancia en una pequeña ciudad de tan solo quince mil habitantes, hasta su posterior desarrollo a una sociedad industrial en pleno auge, la vida de Sixto estuvo marcada por cambios y contradicciones que se reflejan en su obra.
Sin embargo, explicar la complejidad de su obra pictórica puede resultar un desafío, ya que su verdadero significado a menudo se encuentra en los recovecos más profundos de su mente. Sixto es un artista que se deja influenciar por su entorno, pero también tiene la capacidad de explorar su propia oscuridad interior y plasmarla en sus creaciones.
En definitiva, la obra y la personalidad de Sixto son un reflejo de su vida y de su entorno, y su arte nos invita a adentrarnos en un mundo lleno de matices y simbolismos que nos invitan a reflexionar sobre la complejidad de la existencia humana.
Sixto Marco Marco fue un pintor y escultor Español que nació en Elche, 25 de enero de 1916. La misma ciudad que lo vió nacer lo proclamó hijo predilecto de Elche el 24 de marzo de 1999. Durante 25 años fue cantor en el Misteri d'Elx, interpretando principalmente el papel del apóstol San Juan. Destacó por su propio estilo, resultado de constante evolución durante su vida. La representación del Misterio de Elche es una pieza importante en sus obras. Fue miembro fundador del Grup d'Elx, movimiento considerado clave en la renovación plástica valenciana de postguerra. En la actualidad hay un instituto Sixto Marco y una calle pintor SixtoMarco que llevan el nombre del pintor en su memoria.
Sixto es, avant tout, un hombre vitalista, que no tuvo ninguna formación académica ni disciplina de ningún tipo, si exceptuamos la musical que necesitará para interpretar el personaje de Sant Joan. El talante vital de Sixto y las coyunturas personales del pintor han conformado un único "mundo".
Para él hablar de arte, de putas, del Misteri, de fútbol y del país, todo contiene la misma pasión vital. De aquí que lo más importante de la pintura de Sixto sea la persona. Y la pasión desenfrenada que lleva en su interior la vertirá en cada cuadro o en cada frase de su trayectoria. Sobre todo a partir de 1965, cuando a raíz de una ruptura con los dirigentes del Patronato del Misteri Sixto empieza a pintar la primera de las cuatro épocas llamadas de
"L'home", con una fuerte carga social.
Por encima de todo, Sixto es un hombre caótico, un ácrata, tanto en su concepción como en su formulación plástica. Ahora bien, dentro de este caos expresivo, nuestro pintor sabe mirar y ordenar lo que aprende de los clásicos y de la historia del arte de todos los tiempos: fra Angelico, Giotto, Mantegna, Goya, Delacroix, Picasso.. Además, dado su carácter, nos parece que Sixto no tiene delante un planning de lo que quiere pintar, es decir, que no tiene una especie de idea estructural de lo que piensa hacer, sino que las ideas y la expresión plástica se configuran a medida que avanza el cuadro. De ser así, coincidiríamos con una cierta crítica en que los cuadros hechos así serían los mejores del pintor de Elche.
"Món de Sixto"Lluís Alpera i LeivaUniversidad de AlicanteAlicante, septiembre-octubre de 1993